Kyule Dubois, un estudiante norteamericano de 18 años, estuvo a punto de morir el pasado mes de marzo cuando recibió una fuerte descarga eléctrica durante una clase de ciencias. Dubois se aplicó sendos electrodos en los pezones y un compañero enchufó ambos a la corriente eléctrica, entre las risas de los presentes. La descarga le provocó un paro cardíaco durante unos segundos.Ahora, los padres han denunciado al profesor y al colegio “por no avisar a los alumnos de que la práctica era peligrosa”. Los litigantes exigen a la escuela una compensación por los gastos médicos incurridos durante la cura del joven y el lucro cesante por haberse ausentado del trabajo durante la baja. El equipo legal considera, además, que a raíz del accidente Dubois sufre un daño cerebral permanente por el que tiene pérdida de memoria a corto plazo.
El maestro, Thomas Kelley, dimitió de su cargo un mes después del incidente y no quiere hacer comentarios sobre el caso.
De la diversión a la estupidez profunda hay medio pasito.
No podrían aplicarle otra descarga, esta vez en las orejas, por ejemplo, para ver si recuperaba la memoria.
ResponderEliminar¡Es qué hay que ver cada cosaaaa!
Saludos.
una pena que el profesor pague las consecuencias de actos idiotas del niñato... y si el colegio demanda a los padres por tener un hijo así?
ResponderEliminarDe acuerdo con JRio, yo le aplico otra descarga! xD
Las cosas que hay que ver....
saludos!
Otra descarga más es muy buena idea, en la zona genital por ejemplo...
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