
Todos hablan de injusticia, y algunos, de conspiración. Sea por estrechez, ceguera o corrupción del jurado, las ilusiones de una redacción volvieron a frustrarse un año más cuando se hicieron públicos los premios Pulitzer de periodismo concedidos por Columbia University. Otro año más, la revista Nuevo Vale se quedó a dos velas.
Aunque su presencia en las quinielas previas al veredicto era discreta, no pocos confiaban en que este año se enmendaría la flagrante desconsideración hacia uno de los referentes del periodismo femenino, considerado «la evolución lógica del Súper Pop» o «la biblia de la segunda pubertad». Reportajes de interés sociológico como el titulado «Aprende a comerle la bolsa escrotal», el sesudo psicoanálisis de «Con qué Jonas Brother funcionarías», o el rigor científico de «Los colores que mejor sientan a tu signo zodiacal» habían puesto el listón muy alto. Pero no lo bastante para vencer viejos prejuicios.
La derrota cae como un jarro de agua fría después de la arriesgada apuesta de Nuevo Vale por sofisticar su estilo en busca del respeto de la esfera periodística: la caída de ventas que ha supuesto el cada vez más frecuente empleo de palabras de cuatro y hasta cinco sílabas no ha recibido recompensa.
El premio Pulitzer, por cierto, lo obtuvo el fotorreportaje «Jacas en lencería montadas en coches que jamás podrás conducir», de la revista FHM.
Fuente: El Jueves
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu opinión, mentiras, proposiciones deshonestas, preguntas o cualquier otra divagación que se te ocurra...