Cuando vuelve, sorprendentemente el gato estaba tan tranquilo sentado en la puerta de la casa.
A los pocos días repite la operación, pero ahora lo abandona a 40 kilómetros de su casa...
Al volver, el gato otra vez estaba esperándole en la puerta.
Nervioso y furioso agarra el gato, lo mete en el coche y conduce 10 kilómetros a la derecha, 20 a la izquierda, 30 hacia el norte, y 40 hacia el sur. Arroja el gato por la ventanilla y emprende el regreso a casa.
Al cabo de un rato, llama a su mujer por el móvil:
- Querida, ¿Tu lindo gatito está por ahí?
- Sí, acaba de llegar, ¿Por qué, cariño?
- ¡Pon a ese hijo de puta al teléfono, que me he perdido!
Buenísimo, eso pasa por putear al gato.
ResponderEliminarUn abrazo chico !!.
¡Genial!... Eso le pasa por abandonar el gato y no saber que es más listo que él.
ResponderEliminarUn abrazo !!.
Qué grima el gatito...
ResponderEliminarQue lo mate... o aprenda a vivir con él ;)
ResponderEliminarNi GPS ni leches. Un bicho de estos te guiará adonde haga falta. O a donde le dé la gana a él.
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