Un mimo sorprende a los transeúntes y se arranca a cantar la discografía completa de Los Chichos

La sorpresa ha sido mayúscula ya que Remigio Cascallana pertenecía a la variante más radical del gremio de la mímica, habiéndose mantenido impertérrito en las calles de Madrid, íntegro en sus principios y fiel al voto de silencio desde el año 1992.

- “¡Ya estaba hasta las pelotas de estar callado!
- He perdido todas mis amistades, las mujeres me ignoran, los perros se mean y se frotan contra mí...¡Esto es un sindios!”

El mimo rebelde, que rompió sorpresiva y drásticamente su silencio en la madrugada del pasado sábado, podría haber sido poseído por unos pantalones de tergal con amplia campana heredados de su tío abuelo, Emilio “El Trajinilla”, aficionado éste sin parangón alguno al gitaneo musical y al chocolate con o sin porras.

Remigio que desde entonces se ha embarcado en una vorágine de canturreos, proclamas reivindicativas y jarana sin fin, baraja ahora la posibilidad de autopublicar un primer álbum con canciones propias, emulando a los New Romantics de los años 80 con matices acid-chicheros y los mejores ritmos dance de Sergio y Estibaliz.

Su madre ha declarado que prefería a Remigio cuando estaba calladito...

- “Es mi hijo y habrá que quererlo igual... al menos no es Pau Donés”