Tres hermanos decidieron dejar su hogar, se independizaron y prosperaron.
El primero dijo:
- Yo mandé construir una casa enorme para que nuestra madre viva feliz el resto de sus días.
El segundo dijo:
- Yo le mandé un Mercedes con un chofer para que se traslade donde quiera.
El tercero dijo:
- Les gané a los dos: ya sabéis cuánto disfruta mamá de leer la Biblia, pero ya a su edad no puede ver muy bien.
- Le mandé un gran loro que puede recitar la Biblia en su totalidad. Les llevó 20 años a 12 curas franciscanos enseñársela. Para conseguirlo el genial loro tuve que contribuir con 1.000.000 de dólares durante 20 años, ¡ Pero valió la pena ¡
- Mamá sólo tiene que nombrar el Capítulo y el loro lo recita.
Al poco tiempo, la madre envió sus cartas de agradecimiento.
Escribió a su primer hijo:
"Isaias, la casa que construiste es tan grande! Yo vivo en un solo cuarto y ahora tengo que limpiar toda la casa".
Escribió a su segundo hijo:
“David, estoy demasiado vieja como para viajar. Me quedo en casa todo el tiempo, así es que nunca uso el Mercedes".
Escribió a su tercer hijo:
“Mi queridísimo Abraham, fuiste el único hijo que tuvo el sentido común de saber lo que le gusta a tu madre.”
¡¡¡El pollo estaba delicioso!!!
3 comentarios:
Muy buen blog. Con un humor sumamente inteligente, mordaz y ligero.
Capaz de levantar la sonrisa a cualquiera
Felicidades por el blog, mismo que estaremos siguiendo desde estas tierras canadienses.
Pues muchas gracias Alfredo, se agradecen estos comentarios, mas ahora que estamos empezando.
saludos!!
jajaja, como la cultura enriquece, seguro el "pollo" estaba riquisimo
Un beso
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