Según hemos podido saber por nuestras fuentes, dicho sea de paso, sin ningún tipo de confianza, concretamente la recepcionista de un hotel en Almería que nos ha llamado por teléfono, nos ha indicado la altísima posibilidad de que Fernando Alonso podría no estar en Barcelona en el próximo gran premio por este asuntillo.
Parece ser que el origen del problema, aun no resuelto, es que Ferrari no ha conseguido hacer un casco de unas dimensiones adecuadas que le quepa en la cabeza de Fernando, a quien se le atasca a la altura de las orejas, con lo que además de dificultar la visibilidad, por no llegar a encajar del todo, se le añade el aplastamiento orejil que le impide escuchar bien lo que le gritan desde boxes.
Fernando ha declarado a sus íntimos, justo después de la carrera:
- ‘Como apenas veo, me ha parecido escuchar por el pinganillo: ¡Ahora Fernando!, y yo he acelerado como un cabrón…. Por lo tanto, la culpa no es mía sino del equipo.
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