Zapatero tiene menos opciones de salir vencedor en las próximas elecciones que las que tendría Pellegrini de sobrevivir si le encerraran en un zulo con el director del Marca empuñando una pistola cargada. Los asesores del presidente lo saben, pero no por eso van a renunciar a intentar chupar del bote una legislatura más, así que han empezado a buscar soluciones alternativas. Y nunca mejor dicho.
Ayudados por un prestigioso científico finlandés (en España se invierte tanto en investigación que fueron incapaces de encontrar uno solo que les sirviera), consiguieron entrar en realidades alternativas que se desarrollan paralelamente a la nuestra, pero a las que normalmente no tenemos acceso. Se exploraron 15.349 millones de mundos posibles, algunos de ellos muy distintos al universo en el que vivimos nosotros, otros sólo diferenciables en los pequeños detalles. Sin embargo, todos ellos mantenían una única constante: ZP no era elegido presidente del gobierno en ninguno de ellos.
La situación se vuelve ridícula al comprobar que en algunos de esos mundos, el presidente era Ramoncín; en otros, Leo Messi. Incluso en 24 de las realidades alternativas el presidente de España era un mapache en celo, y en una de ellas (un mundo absurdo en el que la moda imperante era pintarse de rojo y andar por la calle completamente desnudos, sólo vistiendo calcetines y sombrero de tirolés, al tiempo que se entonan al unísono los greatest hits de Luis Cobos) el jefe del ejecutivo era Cayo Lara, de Izquierda Unida. En los 15.349 millones de mundos, sin embargo, ZP se presentaba a las elecciones, para perder irremediablemente ante su contrincante, fuera el que fuera.
Zapatero ha sido informado de la situación pero, inocente él, no pierde la confianza: “A lo mejor gano.”, ha declarado “Si puede un mapache, ¿por qué yo no?” Uno de los asesores ha explicado a eljueves.es que estuvo tentado de contarle al actual presidente que el animalico tenía mucho más carisma que él, amén de no haberse metido con funcionarios ni pensionistas, pero le dio pereza. “Total, para lo que me queda en el convento, ya casi que defeco en el interior, y eso” afirmó, antes de volver para siempre a la realidad dominada por Cayo Lara y los señores pintados de rojo. “Yo no soy de Izquierda Unida, pero siempre me han gustado mucho los sombreros de tirolés y Luis Cobos”.
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