- No veas que bochorno chico, ¿Te acuerdas de Carolina, mi compañera de trabajo?
- Sí claro, está buenísima
- El otro día estábamos en la oficina ordenando unos papeles y mi subconsciente me jugó una mala pasada, en vez de decir:
- Carolina, pásame esas carpetas - le solté:
- Carolina vaya par de tetas...
- Nada hombre tranquilo, a mi el otro día me pasó lo mismo en mi propia casa
- ¡No me digas! ¿Y como fue?
- Pues nada, cenando con mi mujer, también debió ser mi subconsciente y en vez de decir:
- Cariño, por favor pásame la sal - le dije:
- Me estás arruinando la vida hija de la gran puta...















8 comentarios:
¡Coño!
La "elasticidad del cerebro" tiene visiones para todos los gustos...
El subconciente nos traiciona a muchos.
Mu güeno.
Por eso se llama SUB consciente
Es un inconsciente.
Pues con ese comentario ya no tiene escapatoria, la vida arruinada para siempre. Por la boca muere el pez...
Caramba !!... No sé si un buen espadadrapo en la boca del subconscientelo lo solucionaría, pero en el inconciente que lo suelta, seguro...;
jajaja, que bueno
A los hombres nos gobierna el cerebro... ¡los dos!
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