Asaltan de madrugada una joyería en Sevilla. La policía rápidamente necesita un sospechoso. Encuentran a un borrachillo cerca del lugar y lo llevan a comisaría para 'interrogarlo'.
Allí lo bajan al sótano y uno de los policías empieza a meterle la cabeza en un cubo de agua.
Cuando el borracho está casi sin aire, el agente lo saca y le pregunta:
- ¿Dónde están las joyas?
El borracho balbucea intentando coger aire y respirar, pero el policía repite la operación tres veces, hasta que a la cuarta lo saca.
El borracho, a punto de morir ahogado, empieza a jadear tomando aire y el agente repite:
- ¿Dónde están las joyas?
El borracho, apenas sin poder hablar, contesta:
- ¡Cagonnnnn tó! ¡¡ Contratar a un buzo que yo no las veo !!















3 comentarios:
Jaja, que bueno...
Un abrazo.
Ja,ja,ja :) Si es que...hay gente que siempre está en el lugar equivocado en el momento equivocado.
Si es que debían de tener el cubo lleno de vino, no de agua. Así seguro que no confiesa.
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