Hace una semana, estando de copas con unos amigos, y después de una buena cena, me di cuenta de que había bebido demasiado. Hice una cosa que nunca antes habría imaginado: dejar el coche, coger un autobús y regresar a casa... Llegar sano y salvo ha sido una grata sorpresa, sobre todo considerando que en mi puñetera vida había conducido un autobús, que no sé de dónde diablos lo saqué y que aún lo tengo aparcado delante de mi casa...
Por cierto, si alguien conoce al dueño de este vehículo que sepa que está perfectamente aparcado en Alcorcón.

3 comentarios:
Jajaja vaya lcura y menudo pedaaal xD
Así es amigo, gracias por tu comentario.
Saludos
Ta bueno el chiste
¿Qué opinas tú? Publicar un comentario